Artículos, Radio

Etiquetado alimentario | Parte 2

Cope Ávila (90.5 FM) – Programa 6 | 14 de Noviembre 2019

En el anterior programa aprendimos la parte más importante del etiquetado, que son los ingredientes. Hoy vamos a ver otra parte que el cuadro del valor nutricional.

En las grasas, aparecen el valor de las grasas totales, y es obligatorio por nuestra legislación, declarar las grasas saturadas, pero sin embargo, las grasas trans, que son las que tenemos certeza que aumentan el riesgo cardiovascular, no. Y ¿dónde podríamos ver donde aparece este tipo de grasas? En los ingredientes que aparecerán como grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas.

En los hidratos de carbono, nos encontramos el valor del azúcar, metiendo en el mismo saco azúcares naturales del alimento (como en los yogures que tienen 4g de azúcar pero es propio de la leche, la lactosa) con los azucares añadidos, que son los que hay que evitar o los hidratos de carbono saludables de un bote de garbanzos con los de unos cereales refinados.

En el caso de la fibra es frecuente la mención “alto en fibra” o “rico en fibra” y además lo suelen poner en la cara delantera del envase como reclamo para el consumidor. O “rico en hierro” o “bajo en grasas”, etc. Estas frases, denominadas declaraciones nutricionales tienen unos valores que están legislados para que realmente se cumpla lo que se dice, pero que contenga mucho de una cosa o poco de otra, no significa que sea saludable. Un embutido que nos indica que es bajo en grasa, pueden haber añadido féculas u otros ingredientes que hace que siga sin ser saludable, o un producto con un poco más de fibra de lo habitual, pero con gran cantidad de azúcar, y eso ¿dónde lo vemos? De nuevo en los ingredientes.

Un producto “bajo en calorías” o “light”, significa que contiene al menos un 30% menos que el producto original (mayonesa o mayonesa light), pero esto no quiere decir que no tenga calorías ni que sea sano, como el ejemplo, una mayonesa light ni es exenta de calorías ni es saludable.

Un producto “0% azúcares” o “0% grasas”, tampoco significa que sea saludable. Cuando nos encontremos un producto 0% azúcares, seguramente su % de grasas sea elevado y viceversa, ¿por qué? porque si es 0% de las dos cosas a la vez, no sería palatable y habría rechazo del consumidor.

Conclusión, no nos quedemos con el reclamo o lo que convierten a ese producto. Hay que ser crítico y saber valorar si ese producto realmente merece la pena, en función de los ingredientes que contiene.

Y si dudamos, no lo compramos. ¿Y entonces que comemos? Alimentos frescos.

Más mercado y menos supermercado.


Pregunta de los oyentes

P: ¿Qué recomendarías para una persona diabética, que comer en Navidades?

R: Las Navidades son 4 días, no 3 meses como nos quieren hacer ver las grandes superficies, teniendo turrones desde Septiembre, así que llevar una alimentación saludable, sin excesos de dulces, refrescos y comidas copiosas es la clave para diabéticos y para la población en general.

Os dejo una infografía de mis compañeros «Mi Dieta Cojea» y «Dime Qué Comes» donde muestran cómo ha de ser la alimentación de las personas diabéticas tipo 2.


A continuación os dejo el vídeo de la colaboración en el programa.